Si bien la manifestación que llevarán a cabo comerciantes y vecinos de Ushuaia esta tarde tiene su legitimidad, no podemos dejar de preguntarnos cuál es el interés de funcionarios como Pablo García (secretario de Gobierno del Municipio y eterno secretario general del Centro de Empleados de Comercio) o de Ramón «moncho» Calderón (que habría estado muy interesado en garantizar que los empleados del sector gastronómico participen sí o sí). Su huella no sólo es rastreable desde los mensajes que han recibido trabajadores a quienes les exigieron amablemente que protesten: pintadas en el Ministerio de Salud y en algunos edificios durante el domingo llamando a la rebelión y acusando al Gobierno provincial de instalar una «falsa pandemia» son parte del muestrario de cómo la política y la desesperación de ciertos sectores no duda en usar como carne de cañón a los vecinos. 

Desde «lobos solitarios» que realizaron pintadas en el Ministerio de Salud durante la madrugada del domingo, cuando ya regían las medidas de aislamiento, hasta grafitis que hacían énfasis en una «falsa pandemia» de la que culpaban al Gobierno provincial y pedían «no terminar como Venezuela», en una réplica de mensaje que se ha visto en distintas protestas de la oposición a nivel nacional. 

Sin embargo, es evidente que existe una logística para la protesta que refleja una necesidad de maximizar el impacto. Desde grupos de WhatsApp para organizar por barrios la manifestación, hasta la búsqueda del respaldo de medios de comunicación (algunos de los cuales no dudaron en mencionar el carácter político partidario de la protesta), se advierte un trabajo no estrictamente autoconvocado. ¿Un simple trabajador preocupado por su sueldo sería capaz de moverse a la madrugada de un domingo para pintar la fachada de un Ministerio? Depende qué tipo de trabajador, claro está. 

Por otro lado, militantes del intendente Walter Vuoto advirtieron que van a participar de la protesta. Así como recientemente el empresario vuotista Walter Agra lanzó un grupo de «gastronómicos autoconvocados» (paradójicamente que nunca se pronunciaron sobre las suspensiones que en su momento determinó el dueño de Krund, también amigo personal de Vuoto), no dudaron esta vez en hacer frente a los vecinos genuinamente preocupados por su bienestar y amenazaron con querer «recibir de frente» las críticas. Asimismo, pidieron bancar fuerte a Vuoto y a la «líder indiscutida», la ex gobernadora Rosana Bertone, al tiempo que piden «prender fuego todo». ¿Una protesta genuina, sensata y legítima, implica «prender fuego todo»? Habrá que esperar si prevalece un reclamo de vecinos o si se impone la desesperación de un sector que inició precozmente la campaña electoral de cara a 2023.