La preinauguración de la Casa de la Mujer este fin de semana en la ciudad de Ushuaia por parte del intendente Walter Vuoto, es una muestra más del largo historial de puestas de escena que promueve el Ejecutivo para mostrar una lucha contra violencia por motivos de género. Indagando en la gestión, podemos encontrar antecedentes que contradicen la imagen que intentan vender ante la comunidad, siendo cómplices o avalando la violencia contra las mujeres en la ciudad. Recientemente, el violento intento de desalojo de una familia en el barrio Las Raíces por parte de la secretaria de Hábitat del Municipio, Lorena Henriques (también pareja del jefe comunal) connota no sólo la persecución contra una familia en condiciones de vulnerabilidad, sino que también es reflejo del autoritarismo en que incurre el Municipio ejerciendo presión persecutoria contra vecinos que no responden a los designios de la gestión de La Cámpora. 

La Federación Nacional Territorial (FeNaT) también realizó numerosas denuncias mediáticas contra el Municipio, al afirmar que funcionarios del riñón de Vuoto discriminan la entrega de bidones de agua o tacos de leña a vecinos de sectores carenciados en función de la adhesión o no a la gestión. Así, numerosos vecinos y referentes denunciaron que durante la pandemia de Covid19 a mediados de 2020, se les negó el acceso a ayudas como las mencionadas, lo cual se ve agravado por la falta de proyección para la mejora en la trama urbana que permita avanzar en la conexión a los servicios públicos elementales. La discrecionalidad, la discriminación contra familias carenciadas (en muchos casos con mujeres como principal sostén del hogar) pareciera ser la cara oculta del Municipio gracias a un blindaje mediático que opta por omitir estas situaciones que chocan frontalmente con la noción de construir una Casa de la Mujer. 

Es interesante también advertir que, en algunos casos, hubo movilizaciones de sectores como los de choferes de taxi, que terminaron en incidentes producto de agresiones ejercidas por gremialistas afines al Municipio. El Sindicato de Peones de Taxi (SIPETAX), liderado por Víctor de la Cruz, fue protagonista de una agresión contra concejales en 2018. Entre las víctimas hubo una mujer que luego presentó la denuncia penal contra de la Cruz. Paradójicamente, el gremialista que agredió mujeres que reclamaban por sus derechos compartió actos y palcos con la actual secretaria de la Mujer, Noelia Trentino, de quien no se sabe si apoyó la denuncia contra el referente de SIPETAX o hizo mutis por el foro. 

Por último pero no menos curioso es indagar en la contratación de la actriz Thelma Fardin, por un plazo de 6 meses por la suma de 330 mil pesos, dando un monto mensual de 55 mil pesos. Pese a que el contrato estuvo vigente entre el 1 de mayo y el 31 de octubre de 2020, no se conoce ninguna actividad que haya organizado o en la que haya intervenido Fardin. Tampoco se logró determinar con precisión cuál es el rol de Fardin en el Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad de la Nación, con el cual serviría de nexo. ¿Fardin es funcionaria de dicha cartera ministerial? ¿O sólo posee influencias y/o contactos informales para cumplir dicha tarea? Como gran parte de las situaciones descriptas, la gestión de Vuoto en la materia es un enigma. Un enigma que cuesta millones de pesos, muchas víctimas pero pocos resultados concretos.

Foto: concejal Laura Ávila, Víctor de la Cruz (del Sindicato de Peones de Taxi), el intendente Vuoto y la actual secretaria de la Mujer, Noelia Trentino